Cómo te contaba en el artículo del otro día, muchas personas tienen una mala relación con la comida. No consiguen que la comida sea la manera en la que nutren su cuerpo, sino que comer se convierte en un problema que les agobia y les hace sentir fatal y culpables permanentemente.

Saben que deberían comer muchas verduras, hortalizas y pocos alimentos ultraprocesados, pero la realidad es bien distinta. Van pasando los días a base de bocadillos, bollería, snacks y el propósito de hacerlo bien mañana. ¿Te pasa a ti?

Es un problema que acarrea consecuencias:

Para empezar, consecuencias graves a nivel emocional. Saber que no puedes controlar lo que comes y que consumes productos que sabes que son dañinos para ti, crea un estado de ansiedad, tristeza, rabia y frustración muy grande. Es un gran peso para tu autoestima y autoconfianza. No te crees capaz de conseguir esta relación sana con la comida que ansías y esto te afecta en cómo te ves y lo que piensas de ti mism@. Además te sientes terriblemente culpable por estar haciendo las cosas «mal» y esta culpa te acompaña todo el día y allí dónde estés. Tienes un miedo atroz a las consecuencias que comer así te causará en unos años…

Seguramente, también te está afectando a tus relaciones con los demás. La falta de autoconfianza, el malhumor y la ansiedad que esto te genera, hace que tus relaciones con los demás se resientan: con tu pareja, tus hijos, tu familia, tus amigos, en el trabajo… Incluso dejas de hacer cosas por este tema: ya no disfrutas de las fiestas con los amigos ni de ir a comer a un restaurante con tu familia. Y ni hablar de ir a la playa.

Naturalmente comer mal te afecta en tu peso.  Alcanzar y/o mantenerte en tu peso sano se vuelve misión imposibles. Es una de las consecuencias de tomar alimentos ultraprocesados, están directamente relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Tener estos kilos de mas hace que te sientas incómoda en tu cuerpo, patosa y lenta y te dificulta hacer ejercicio.

Además, comer mal te hace tener poca energía y malas digestiones. Te levantas ya cansado, después de comer no puedes con tu alma, tiras solo a base de cafés y llegas agotad@ a la noche.

Por otro lado y a más largo plazo, hay consecuencias negativas para tu salud. Llevar una alimentación sana es básico para optimizar tu salud y de no hacerlo, las cosas no tardan en ponerse feas… sobrepeso, hipertensión, diabetes, problemas digestivos… y miles de pastillas para sobrellevarlo.

Y no es un tema banal.

La OMS considera la mala alimentación, junto el tabaquismo, el uso nocivo del alcohol y la falta de actividad física como los principales factores de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles, que acaparan el 63% de las muertes cada año.

Así que tener una relación sana y natural con la comida es un problema más profundo de lo que puede parecer y te puede afectar en todas los ámbitos de tu vida.

Hay que ponerse manos a la obra para ponerle solución.

¿Cómo te afecta tu mala relación con la comida? Te espero en los comentarios.