Es un hecho. La mayoría de nosotr@s comemos demasiado rápido y eso que sabemos perfectamente los beneficios que tiene comer despacio:

  • Mejores digestiones. La digestión empieza en la boca.
  • Se consume la cantidad de alimentos que nuestro cuerpo necesita. Las señales de saciedad tardan un tiempo en activarse. Si comes rápido, ya has comido demasiado para cuando tu cerebro las recibe.
  • Mayor sensación de saciedad.
  • Evita los gases.
  • Mejora la absorción de nutrientes.

En fin, todo son ventajas pero aún y así, cuesta. Me lo encuentro con la inmensa mayoría de las mujeres con las que trabajo.

¿Como podemos conseguir comer despacio?

Empecemos por un tema muy importante y que solemos pasar por alto: nuestra mentalidad.

Nos cuesta comer despacio porqué en el fondo vemos el comer como una pérdida de tiempo.

Sí, en este mundo con listas de cosas por hacer que no se acaban nunca, comer nos parece «perder el tiempo». Queremos ir rápido para seguir trabajando, ir a buscar a los niños o seguir con la siguiente cosa de nuestra lista de pendientes.

Pero párate a pensar. Cuando comes, estás nutriendo a tu cuerpo, le estás dando aquello que necesita para funcionar de la mejor manera. De este modo, al igual que es importante qué le das de gasolina, también es importante cómo se lo das.

Comer no es perder el tiempo. Comer es una prioridad. Sin comer, morimos. Comiendo mal, enfermamos.

IDEA: EMPIEZA A PENSAR EN EL MOMENTO DE COMER COMO UNA OPORTUNIDAD PARA CUIDARTE Y QUERERTE 

Otro tema importante es el entorno.

Comer mirando la televisión o haciendo scroll en el móvil no solo hace que comas rápido sino que lo hagas sin ningún tipo de consciencia. Comer delante del ordenador mientras sigues trabajando, más de lo mismo. Comer en el coche mientras vas de un lado a otro, además de ser fatal para tu salud es peligroso. Comer de pie, cualquier cosa, antes de irte corriendo a tu próxima obligación es una pésima opción.

No.

IDEA: PREPÁRATE UNA BUENA COMIDA, SIÉNTATE TRANQUILAMENTE Y DISFRÚTALA CON TODOS TUS SENTIDOS (LA VISTA, EL OÍDO, EL OLFACTO, EL GUSTO, EL TACTO…).

Trucos como dejar los cubiertos entre bocados, masticar muy bien los alimentos y ponerte música relajante te pueden ayudar.

Finalmente, lo que comes también es importante. Los productos ultraprocesados como la bollería, las galletas, los snacks… están diseñados para que te gusten y no puedas dejar de comerlos. Además, también están diseñados para que sea extrafácil comerlos y lo hagas muy rápido. ¿Has calculado alguna vez lo que tardas en acabarte una bolsa de patatas, especialmente si estás mirando la tele? ¡Alucinarás si lo calculas!

Es uno de los motivos por el que este tipo de productos sacian muy, muy poco.

Es muy importante comer despacio, conscientemente y alimentos de verdad.

Ya sabes que una buena comida debe basarse en verduras y hortalizas (al menos el 50%), suficientes proteínas y grasas saludables y si contiene alimentos ricos en hidratos de carbono (que no son imprescindibles) que sean el acompañamiento.

IDEA: COME DESPACIO, CONSCIENTEMENTE Y ALIMENTOS DE VERDAD. 

Y ahora cuéntame tú… ¿Cómo llevas esto de comer despacio? ¿Te cuesta?