Tod@s sabemos que cuando te cuidas, o sea, llevas una alimentación saludable, haces ejercicio, duermes lo suficiente y gestionas tu estrés y tus emociones, te encuentras mucho mejor, tu bienestar aumenta de manera exponencial, estás cuidando de tu salud y calidad de vida a largo plazo y además te sientes muy satisfecho de estar haciéndolo… Pero aún y así, aunque conoces perfectamente la teoría, parece que te es imposible llevarlo a la práctica. El cambio de hábitos te resulta MUUUUY difícil.

En este artículo te quiero comentar algunos errores que puedes estar cometiendo cuando quieres cambiar tus hábitos y como puedes hacer para evitarlos.

1- Te propones demasiados objetivos. Típico error del 1 de enero… Este año me pondré en forma, adelgazaré y dejaré de fumar… Mejor céntrate en un sólo objetivo y focaliza toda tu energía en él.

2- Tu objetivo es demasiado «grande» o poco realista... «Quiero adelgazar 30 kilos en 3 meses». Este sería un ejemplo de objetivo grande y poco realista. Muchas veces cuando te planteas un objetivo, si lo ves muy lejos, si el gap que hay entre donde estás hoy y donde quieres llegar es muy grande, te puedes desanimar muy fácilmente. Está bien tener una meta ambiciosa, pero entonces créate objetivos intermedios y un buen plan.

3- No tienes claras tus motivaciones ni tu visión. Cambiar de hábitos requiere un trabajo y un esfuerzo a largo plazo, hay que ser constante. Tener muy claro lo que quieres conseguir y porqué te da la fuerza y la motivación necesaria para trabajar y no decaer en los momentos retadores.

4- No tienes un plan de acción. De nada sirve querer adelgazar 5 kilos si no tienes claro cómo lo vas a hacer. Créate un plan de acción y ponlo por escrito. Márcate objetivos muy detallados y específicos.

5- No haces seguimiento. El plan de acción no te servirá de nada si lo tienes escondido en el cajón. Tienes que hacer un seguimiento de tus progresos, para poder celebrar tus logros e ir ajustando tu plan.

6- No pides ayuda. Cuando quieres hacer cambios, el soporte es importante. Reflexiona sobre qué ayuda necesitas y de quién, e implica a la gente que te rodea. A lo mejor necesitas ayuda profesional (un coach, un dietista, un entrenador personal…) o a lo mejor necesitas decirle a tu madre que cocine más verduras y ensaladas en la comida familiar del domingo o a lo mejor tienes que decirle a tu amiga de salir a dar un paseo juntas en vez de merendar en la pastelería.

7- En el fondo, no te crees capaz de conseguirlo. Sobre todo si se trata de un hábito que has probado de cambiar muchas veces sin éxito… Pero como dice Henry Ford «Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto». O sea, la mente es muy poderosa, trabaja para que esté a tu favor. No te dejes sabotear ni te hagas caso cuando te digas «total, no vas a conseguirlo» o » no es tan importante, te mereces disfrutar…».

Y ahora te toca a ti, ¿qué hábito te cuesta más incorporar? Me encantará oír tus comentarios 🙂