Hoy quería hablarte de protección solar, que la cosa, al menos por aquí, empieza a ponerse seria.

Lo primero de todo, no tenemos que tenerle miedo al sol. El sol nos aporta muchas cosas además de ser la fuente principal de nuestra síntesis de vitamina D, vitamina vital para nuestra salud y metabolismo. Paradójicamente, entre todo lo que nos aporta, se incluye protección sobre varios tipos de cáncer.

Ahora, no tenerle miedo, no significa que no te toque el sol en todo el año y en agosto tumbarse cuál gamba, 4 horas a pleno solano. Eso sí o sí va a dañar nuestra piel.

Lo ideal es que nos toque el sol todo el año y en verano, exponernos sin abusar, sin quemarnos y con el protector solar adecuado si la exposición es larga.

¡Ah! Y evitar a toda costa las cremas bronceadoras.

Y ahora viene el lío.

Todo sobre los protectores solares.

Llevo tiempo leyendo sobre el tema y me ha quedado claro que los protectores solares a base de filtros químicos pueden llevar sustancias sospechosas de ser disruptores endocrinos. Estos hace tiempo que los evito.

Además, están dañando los oceános de tal manera que algunos países como Hawai los han prohibido. De hecho, este verano estuvimos en una reserva natural dónde también lo estaban.

Luego, están los protectores a partir de filtros físicos, son más espesos y aquí se tienen que evitar los que están hechos con nanopartículas, que pueden pasar al torrente sanguíneo y ser perjudiciales también.

En este artículo de organics magazine está todo muy bien explicado.

Otro tema es la confusión con el SPF. Es un número multiplicador de lo que dura la protección según el tiempo que podemos estar en el sol sin quemarnos. Es decir, si puedes estar 15 minutos al sol sin quemarte según tu tipo de piel, un factor de 20, te protege 15×20 = 300 minutos, unas 5 horas.

Solemos creer que el factor 50 nos protege más, nos lo ponemos por la mañana y nos quedamos tan anchos. Esto no es así. Nos protege más rato, siempre que no pasemos por el agua dónde se queda mucha parte del producto y siempre que nos apliquemos la cantidad adecuada (que no solemos hacerlo).

Así lo hace Ringana…

Ringana, la marca de cuidado natural con la que colaboro, tiene protectores solares con filtros físicos y sin nanoparticulas. Estos son los que estoy usando este año para mi y mi familia.

Tienen uno para la cara SPF 15

Otro para el cuerpo SPF 20

Y uno nuevo con SPF 50 pensado para mezclar con el de 20 en zonas más delicadas (nariz, hombros, nuca, escote…)

Estos días hemos usado el de 20, que se extiende muy bien y es agradable al tacto.

Si quieres hacerte con alguno de estos protectores solares respetuosos con tu cuerpo y con el medio ambiente para este verano, escríbeme un wapp y te preparo un pedido con un vale de descuento de 20€ si es tu primera compra (de 10€ si ya eres clienta mía).

Y si quieres saber todo sobre mi rutina de piel, aquí te lo cuento.