Esther parecía que lo había logrado, pero no era así. Cuando la conocí, había perdido muchos kilos y se mantenía, per a base de una fuerza y lucha constante que la agotaba. Es una mujer maravillosa, sabia y reflexiva. Acompañarla en todo el trabajo que hizo para transformar su mentalidad ha sido espectacular. Os dejo con su historia, contada con sus mágicas palabras.

______________________________________________________________________________

Hola!

Muchas gracias por querer contar tu experiencia y tu camino de transformación. Creo que eres un ejemplo muy claro de la importancia de trabajar a fondo en tu mentalidad para conseguir una vida sana y feliz.

De nada, para mí ya sabes que es un placer.

¿Me puedes contar un poco tu situación antes de empezar a trabajar conmigo?

Siempre he tenido sobrepeso. Desde que nací, que ya lo hice “grandecita” he sido gorda. Era parte de mi identidad y no me había supuesto demasiado problema nunca; lo tenía muy asumido: era así, y con esa condición me viví. No pensaba que “podía cambiarse”, porque yo no tenía ningún problema que me hiciera estar así…. Era alguien alegre, confiada, segura de mí misma, sociable, y luchadora y todo lo que me proponía lo lograba…. Mi familia nunca ha estado especialmente preocupada por mi “aspecto” o mis kilos de más, algo que les agradezco mucho, aunque siempre ha estado presente la palabra “dieta”: pero no tanto por mí, en concreto, sino en general, en el ambiente, en la cultura, y más en la femenina: mis tías, mis primas…gente alrededor siempre a dieta, siempre pensando qué comer, cómo comerlo qué quitarse, de qué privarse o con qué “premiarse”. Yo pasaba de eso y lo que hacía era “disfrutar”…

Cuando cumplí 25 y empecé a salir con el que luego fue mi marido, se me fue un poco de las manos: engordé muchísimo llegando a “deformarme”, a perder agilidad, a no poder vestirme…. Eso fue un antes y un después y decidí adelgazar. Y fue genial. Me quité los kilos “de más de más” es decir, nunca llegué a estar delgada, sino que volví a ese “equilibrio” de pasadita de kilos, pero sin llegar a ser “mórbido”.

Fue cuando tuve a mi hijo cuando “vi” por primera vez que tenia una relación regular con la comida…. Que no era “disfrutona” sino que lo que hacía era tapar mi ANSIEDAD.
Ahí lo di todo: adelgacé 30 kilos, hice mucho deporte, y me hice a mí misma “un programa de modificación de conducta” con la comida: tengo nociones de psicología y me daba autoinstrucciones, me controlaba, me hacía a mí misma compensaciones, me motivaba …. Hasta que logré llegar a un peso “estupendo” y a un cuerpo “estupendo”.
Lo malo fue “mantenerlo”.

Me llevaba mucha energía “mantener” la báscula en orden: me relajé pensado que podía “controlar” y cuando “se me iba de las manos” entonces, comenzaba con conductas compensatorias…. Esto es: me daba atracones sin parar, y luego días a dieta restrictiva. Cuando has perdido 30 kilos parece sencillo quitarse un par de kilos de más que has cogido “porque has tenido unos días malos”…. Cuando se pone difícil la cosa, entonces, te vuelves loca mirando dietas, pesándote, dejando de comer, … y cuando haces eso, te sientes tan presionada que PUM te das un atracón en cuanto baja la guardia….

 

¿Cuál fue el click que te hizo tomar acción y pedir ayuda?

Estuve dos años subiendo/bajando de peso, y con la comida SIEMPRE en el centro de mi vida y mi atención…. Y pensé que “mantenerse” iba a ser eso…. No conocía otro patrón! Pensé que iba a ser así siempre….

En el fondo pensé que había hecho todo y que nadie iba a decirme cosas que yo no me había dicho ya.
De hecho fui a una psicóloga que se cruzó de brazos y me dijo “sabes más que yo”

Me resigné….

Conocía a Natalia y vi que en el reto la gente hacía “cosas raras”: desayunaba cosas raras, y decía que no tenía hambre, que no tenía ansiedad que estaba mejor…. Y no me lo creí. Yo pensé que no tomaba azúcar y que el reto iba a ser sencillo …. Y fue terrible. Lo pasé fatal y nunca he tenido más ansiedad que durante esa semana, pero también fue un antes y un después….

Cuando me vi desde fuera así, pensé…. Esta ansiedad hay que mirarla de cerca…. No puede ser….

Y fue cuando Natàlia me ofreció el programa y pensé:
“bah…. Me da igual todo…pero en fin… lo voy a intentar…. Es lo último que pago…. Y si esto no funciona, tendré que resignarme a vivir entre atracón/compensación y sin dejar de pensar en la comida todo el día…!” Lo hice muy desencantada, muy desmotivada y muy incrédula…

 

¿Me puedes contar tu experiencia en el programa Libérate de tu ansiedad por comer en 21 pasos?

Fue INCREÍBLE.

Iba de “lista” y en los primeros ejercicios pensé: “esto es más de lo mismo…esto ya lo hiciste tú cuando perdiste todo ese peso, no te va a decir nada nuevo”….
La primera sorpresa fue que no se empezó por la comida….eso ya dice mucho del programa…. Y darte cuenta de que justo lo que crees que es “el GRAN PROBLEMA” es lo menos importante primero sorprende y luego te asusta: mirarse por dentro y darse cuenta de cosas, es muy difícil…. Natàlia es increíble…. Ese acompañamiento es inestimable….

La segunda sorpresa fue el trabajo de las emociones….

Y cómo ir introduciendo pequeños cambios, daba resultados extraordinarios….

Ver esos pequeños pasos, que se iban convirtiendo en hábitos fue genial: y ver tan de frente a la ANSIEDAD y luchar contra ella con todas las herramientas que Natàlia ofrece es un trabajo durísimo, pero muy muy gratificante…. Ver reducirse poco a poco esos momentos de ansiedad y notar que se está cada día un poquito más a gusto…. Es que solo puedo decir cosas buenas…

 

¿Me puedes contar tu experiencia en el Club Cuídate?

El grupo de Facebook con el que compartir con compañeras que están en el mismo camino me parece CLAVE; el CLUB es ya, la perfección. Un lugar “donde ir”. Ese es un CLUB. Un sitio por el que “pasarte” cada día a aprender, a compartir, a escuchar o a ser escuchado; Es UN CLUB! Es un lugar donde se junta gente con algo en común y comparte su experiencia, su aprendizaje, su proyecto….
Creo que eso es lo chulo. Y que es lo diferente. No es un grupo de terapia el cual dejar cuando estés “curado” es un sitio al que sabes que siempre puedes volver; que no exige que estés de una manera concreta pero que aprender que es un lugar de “paz” de “encuentro” sin exigencias, sin “culpa” … un sitio en el que te ayudan y en el que poder ayudar cuando tú has dado un pasito más en el camino íntimo de transformación…

Te encuentras. Es un lugar en el que TE ENCUENTRAS.

 

¿Qué has aprendido?

Muchísimo!!!!!!

He aprendido quién soy. Qué quiero de verdad. Qué me da ansiedad y por qué y como atajarla cuando se presenta. He aprendido a conocer mis emociones, sentirlas y colocarlas para gestionarlas. He tomado decisiones vitales que me han dado calma y paz. Y he aprendido ahora sí, a disfrutar de VERDAD. De mí, de los míos, de mi día a día, de la vida y de mi cuerpo! Me gusto mucho. Me caigo guay! Y me doy lo que de verdad me nutre: entonces, me nutro con mucho cariño: he aprendido a comer por sensaciones, a elegir opciones saludables , a saber cuándo estoy saciada, cuando es hambre de verdad, cuándo es sed, o cuando es ansiedad o alguna emoción no gestionada…. Es una pasada!

 

¿Qué has conseguido?

He conseguido que mis hábitos enraícen como jamás hubiera imaginado: tanto, que pese a tener momentos vitales de más desorden, esos hábitos se mantienen inalterables… Mi confianza: es enorme ya! Y se disipa el miedo: miedo a engordar, miedo a no controlarme, miedo a un atracón … nada…

Eso se nota en mi peso: mi balanza no sube ni baja +- 4 kilos al mes (eso ocurría antes…) desde hace ya más de año y medio: se mantiene siempre en un peso saludable. Mi cuerpo está enérgico, equilibrado. No tengo un “cuerpo de revista” pero afortunadamente no tengo que salir en revistas! Jajaj: soy una mujer de 39 años, normal y corriente, que va por el mundo haciendo lo que puede cada día, sin más pretensiones que estar a gusto en su piel. Y sí, estoy a gusto en mi piel. Tanto que me lo notan: me notan feliz, radiante, tranquila, simpática, animada…. Y hablando de piel: la tengo divina!!! Jejeje: desde que como genial, mi piel de la cara y ahora me he dado cuenta que también la del resto del cuerpo, responde con más rapidez a los cuidados mínimos de hidratación y tonificación…. Me encanta!!

 

¿Cómo es tu vida ahora?

Tranquila y ordenada. Aunque ese orden para otros podría ser un poco “desorden”: he encontrado mi propio equilibrio. No es perfecta, pero me encanta como es.
Me siento confiada y alegre, optimista y valiente. He tomado decisiones que me han cambiado la vida para bien y para seguir haciendo lo que EN ESENCIA me gusta. Porque he logrado encontrar esa ESENCIA con la que me siento EN PAZ. Me divierto, disfruto, descanso, como rico, trabajo, leo, me rodeo de gente genial y …no puedo pedirle más a la vida porque estoy llena de GRATITUD

 

¿Cuáles son tus dificultades?

El ejercicio es mi talón de Aquiles. Es lo último que me queda por gestionar…. Y es lo tenía muy asociado a “adelgazar y a tener buen cuerpo” y también a “huir de una vida que no me gustaba, pasando horas en el gimnasio o corriendo” porque no quería estar en mi casa (mi matrimonio era un lugar incierto, en el que no molaba estar….jejeje)

Ahora que no pretendo adelgazar, que no me interesa tener un cuerpo de revista y que tengo una pareja increíble con la que quiero estar todo el rato , no encuentro momento ni motivación suficiente para hacer ejercicio….

Pero estoy contenta con todo lo que he avanzado: me he dado cuenta de qué actividad es buena y para mí en este momento; qué me viene bien y qué me aporta. Y voy aprendiendo (siempre en gerundio) que me gusta un rato para mí y mi cuerpo; me gusta la sensación de cumplir algún reto y de ver cómo mi cuerpo es capaz de responder ; me gusta también cómo ha cambiado mi postura, mi tono, mi manera de estar en el mundo…. No es estética, pero sí que me he dado cuenta que el ejercicio me ayuda a conseguir el cuerpo que refleje cómo soy por dentro. Me gusta ese pensamiento (aunque luego cueste sudar un poquito…algo que también es genial para soltar toxinas…jejeje).

Tengo que seguir trabajando, porque las creencias a este respecto son muy profundas y tener el hábito del ejercicio es muy complejo de enraizar… Poco a poco. Día a día. Sin impacientarme….

 

¿De qué te sientes orgullosa?

De haberme “dejado” ayudar. De haber “soltado” la cuerda. De confiar en Natàlia y en otros para que me ayudaran. De darme cuenta de que “sola” no podía, y de que es necesario tener a otros. De que no soy super woman. De que soy humana. Y por tanto necesito de otros para crecer. Me gusta mucho hacer apología de la “interdependencia”.

 

¿Qué le dirías a alguien que quiere transformar sus hábitos y su vida y liberarse de su ansiedad por comer?

Soy “madrina” de Natàlia: no paro de hablar de ella a todo el mundo que me pregunta….
Les digo que CONFÍEN. Que se dejen ayudar, que lo hagan siempre con actitud de APERTURA y siempre dejando hueco a la SORPRESA.

 

¿Quieres contarme algo más o alguna anécdota de tu proceso?

Uf…Creo que ya he contado muchísimo! Jejejej
ME ENCANTA HABLAR!!!
UN ABRAZO