Ya he comentado en otros posts la importancia del mindfulness, término inglés que significa estar presente, sin juicios ni valores. Simplemente apreciar y disfrutar del momento actual, como muy bien muestra la imagen que ilustra este artículo.

Y cuando hablamos de alimentación, el mindfulness juega un papel esencial, realmente es vital adquirir el hábito de comer conscientemente.

¿Y que significa comer de manera consciente? Significa, por un lado, comer y simplemente comer, sin leer, trabajar, mirar el móvil o la televisión, ir en coche… Significa, también, comer despacio, dejando el cubierto entre bocado y bocado y apreciando los sabores, colores, texturas, olores… Y finalmente, significa ser conscientes de lo que nos dice nuestro cuerpo, diferenciar si tenemos hambre o ansia por comer, si ya estamos satisfechos…

Cuando comemos de manera consciente, tendemos a comer raciones más pequeñas, ya que comemos más despacio. El mecanismo en nuestro cuerpo encargado de transmitir las señales de saciedad es complejo y tarda un tiempo en ponerse en marcha. Por eso, si comemos rápido, consumimos grandes cantidades de comida antes de empezar a notar estas señales.

Cuando comemos de manera consciente, aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo, saber si tiene hambre o simplemente ganas de comer. Podemos analizar entonces si estas ganas de comer son por ansiedad, aburrimiento, soledad… y podemos encontrar maneras alternativas de gestionar estas emociones que no sea comiendo. Por ejemplo, ¿has detectado que cuando estás aburrid@ te tiras al chocolate o a las patatas fritas? Puedes probar de ponerte andar, llamar a un amigo, hacer sudokus… ¿Te pasa que cuando estás nervios@ por algún tema que te preocupa en el trabajo, necesitas comer a todas horas? Puedes probar de hacer respiraciones profundas, pensar alguna afirmación positiva y repetírtela durante el día (soy buen@ en mi trabajo y este proyecto es una oportunidad de crecer y aprender), visualizarte haciéndolo perfecto… 

Cuando comemos de manera consciente, disfrutamos más de la comida. A veces, comemos tan rápido y con la mente en mil lugares distintos a la vez, que cuando terminamos, nos damos cuenta que casi no sabemos ni lo que hemos comido… Comiendo conscientemente, en cambio apreciamos más todos los inputs de nuestros 5 sentidos.

Al inicio te va a ser difícil comer de esta manera ya que nuestra inercia nos lleva a correr y no prestar atención a nuestra comida. Tendrás que hacer un esfuerzo y recordarte de hacerlo. Pero verás que pronto se transformará en un hábito y ya no sabrás hacerlo de otra manera.

¡Pruébalo y explícame tu experiencia!

¿Te ha gustado este artículo? Me encantará que compartas tus comentarios y opinión más abajo.