Aunque ya estamos en pleno verano, y ya ha pasado la obsesión con la «operación Bikini» algunos de nosotros todavía tenemos algunos kilos de más que nos gustaría eliminar, queremos perder peso.
A continuación os explicaré las 3 cosas que os propongo para perder el peso que nos sobra. Aunque parezca extraño, ninguna de las 3 cosas está relacionada con alimentos, sino que son cosas que tenemos que tener en cuenta como paso previo a una alimentación saludable.
1- NO TE PONGAS A DIETA
Cambia tu perspectiva. Piensa que vas a introducir cambios en tu alimentación para mejorar tu salud (y de paso bajar de peso) y que estos cambios son permanentes. Esto no significa que no puedas a volver a comerte un Donuts nunca más… Pero restringiendo de manera exagerada tu alimentación y pensando que es algo temporal, es muy probable que te cueste un esfuerzo terrible y que en cuanto decidas que ya has terminado la dieta, vuelvas a tus hábitos dietéticos anteriores y recuperes el peso que habías perdido.
2- COME MUY DESPACIO
Cronometra el tiempo que tardas en comer y ves alargándolo hasta alcanzar los 20 minutos mínimo. Comemos muy rápido y eso hace que las señales que nos envía nuestro cuerpo diciéndonos que ya estamos saciados (y que tardan un tiempo en producirse), nos lleguen cuando ya hemos «engullido» una gran cantidad de comida.
Algunos trucos que te ayudarán a comer más despacio:
– deja los cubiertos entre bocado y bocado
– mastica muy bien
– presta atención a tu cuerpo y sus señales.
3- NO TE ACABES EL PLATO
Tenemos muy inculcado lo que nos enseñaron de niños que tenemos que acabarnos TODO el plato. Esto simplemente hace que comamos demasiado y además que perdamos nuestra capacidad para escuchar a nuestro cuerpo y sus señales. Para muestra, dos experimentos interesantes sobre el tema:
- En estudios realizados en la Universidad de Penn State por Barbara Rolls y colegas, vieron que los niños de 3 años eran capaces de comer según sus necesidades independientemente de la cantidad de comida en el plato. En cambio, en niños de 5 años este fenómeno ya no se observaba. Seguían comiendo pasado el punto normal de saciedad.
- En otro estudio realizado por el equipo del Profesor Brian Wansink de la Universidad de Illinois, compararon la ingesta de sopa en dos grupos, en uno de los cuales se rellenaba el bol a través de tubos ocultos. Este grupo comió hasta un 70% más que el otro.
Mi propuesta: coge un plato pequeño y ponte en él la mitad de la ración que te pondrías normalmente. Come despacio, conscientemente y disfruta de tu comida. Si te quedas con hambre, espera 3 minutos y vuelve a observarte para saber si realmente tienes hambre. Si es así, ponte más comida, esta vez, como mucho la mitad de lo que te habías puesto inicialmente. En cuanto tu cuerpo te diga que ya no necesitas más, deja de comer inmediatamente (si queda comida en el plato, la puedes guardar para otra ocasión).
Prueba a hacer estos tres cambios y notarás la diferencia! En siguientes posts, alimentación saludable.
Y por favor, no obligues a tus hijos a acabarse todo el plato, enséñales a escuchar a su cuerpo y a comer de manera saludable ya desde los 6 meses. 🙂
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