Vivimos en un mundo muy acelerado y llevamos una carga de trabajo inmensa. En especial las mujeres. Es por este motivo que aprender a vivir en calma es clave para vivir una vida sana y feliz. 

Y para hablar de eso he invitado hoy al blog a mi amiga Gloria Cornet, con la que estuve charlando sobre el tema. Gloria es especialista en entrenar la calma y este nos hará una clase sobre ello en el Club Cuídate, mi programa de suscripción mensual.

Os dejo con ella:

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A mi gusta decir que “entreno la calma”, enseño a las personas a dirigir su mente y gestionar sus emociones y el estrés para vivir desde la calma, la libertad de ser ellas mismas y volver a sentirse plenas.

Y como llegué aquí pues, creo que como todos los que nos dedicamos a ayudar a las personas a crecer, me encontré con un momento en mi vida en que o aprendía a gestionar lo que pensaba y sentía o acababa con una depresión.

En mi caso se unieron años de un reto tras otro: hace unos 17 años a una de mis hermanas le diagnosticaron un cáncer de mama, ella tenia 32 años y yo 22, y para mi mantenerme fuerte para poder estar a su lado sin derrumbarme fue todo un reto.

Luego la crisis económica y yo tenía una tienda en Lleida, y de un día a otro empecé a facturar cada vez menos. Mantener el negocio durante años y superar la crisis cuando el resto de tiendas de mi alrededor iban cerrando fue realmente agotador.

Pero el desafío más grande fue cuando a mi padre le diagnosticaron un cáncer de hígado dándole 6 meses de vida.

Ahí si tuve que enfrentarme con un saco de miedos y apegos desconocidos para mi y conseguí algo que pensaba que era imposible: disfrutar de la enfermedad y degeneración de mi padre, de acompañarlo en sus últimas semanas desde el placer de estar a su lado y no desde la tristeza ni la pena de perderlo. Para mi eso fue lo que me hizo el clic en la cabeza, era posible estar pasando una situación fatal para mi y mi familia y vivirla desde la calma y la aceptación.

Pero lo más revelador fue cuando 5 días después de morir mi padre mi hermana mayor sufrió un brote psicótico y tuvimos que ingresarla semanas en el hospital. Mi mundo se desplomó, era algo totalmente inesperado e imprevisible y fui corriendo a mi terapeuta para que me pusiera “en mi sitio” y rápidamente volví al equilibrio preparada para afrontar ese nuevo reto. Ahí me di cuenta de que estaba entrenada, me resulto fácil porque sabia qué hacer exactamente para recuperar la calma y crear la actitud que necesitaba para hacerme cargo de la situación.

Y de todo lo que aprendí en esos años, todo lo que usé para volver al equilibrio y todo lo que he ido aprendriendo con mis clientes construí un método, el mapa de la calma, para que cada una sepa volver al equilibrio desde si misma para poder afrontar los desafíos de la vida desde la calma.

¿Por qué crees que hoy nos cuesta tanto estar en calma?

En parte porque hemos normalizado el estrés y la presión interna y externa hasta tal punto que no nos permitimos ni parar, ni descansar ni recuperarnos. Hasta nos sentimos culpables cuando “no hacemos nada”!

Y por otro lado porque no nos conocemos ni nos comprendemos ni sabemos liderarnos.

Desconocemos el poder de usar la mente a nuestro favor como una herramienta más y acabamos arrastradas por ella, generando ansiedad, miedo, angustia y sin saber cómo gestionar todo eso.

Y vivir desde ahí se hace muy duro, poco gratificante y sobretodo agotador.

¿Cómo puede cambiar nuestra vida cuando vivimos en calma?

Lo que más me dicen mis clientas es que están tranquilas y se sienten capaces de hacer frente a lo que sea que está por venir. Esa certeza de “pase lo que pase sé qué hacer con ello y recuperar mi centro” es como un antídoto antiestrés.

Al final el estrés y la angustia nos dicen que estamos percibiendo lo que vivimos como algo que no podemos afrontar con éxito, nos hablan de los “no puedo”, de los “¿y si sale mal?”.

Cuando aprendes a descifrar lo que te dicen las emociones y sensaciones y sabes “drenarlas” te es más fácil dirigir tu mente y crear la actitud ideal para vivir la situación desde la serenidad atenta, un estado de atención sin tensión, desde la fluidez de bailar con la situación creciendo con ella.

Así que tú dices que la calma se puede entrenar, ¿cómo hacemos eso?

Primero descubriendo como funcionas y aceptándolo, sin enfadarte contigo misma por ser como eres sino haciendo las paces con todas esas partes de ti contra las que luchas.

No podemos vivir en calma con lucha interna.

Así que parte del entrenamiento radica en aprender a conocerte desde la exploración en lugar de desde el juicio. Así dejas de luchar contigo y puedes usar toda esa energía que usabas contra ti para construir la forma de vida que quieres.

Y eso lo hacemos con una parte más pedagógica: aprender cómo funciona tu mente y tus emociones para poder comprenderte fácilmente.

Y luego con una parte más práctica: técnicas y herramientas para recuperar la calma desde ti misma pero siguiendo diferentes caminos.

Y cuanto más usas estas estrategias más integras el reequilibrio y cada vez es más rápido volver a tu centro.

Usamos técnicas corporales, de atención plena, reflejos de centros emocionales del cerebro, ejercicios para equilibrar el sistema nervioso y salir del bloqueo, técnicas para drenar las emociones y sensaciones desagradables en minutos,…

Es muy difícil recuperar la calma desde una mente confusa y agitada por eso usamos el poder sabio y restaurador del cuerpo, porque él ya sabe como volver al equilibrio, solo tenemos que saber qué caminos tiene el cuerpo para autogestionarse.

¿Algún truco especial para las mujeres sin tiempo?

Si, el “caminar como si”! Se trata de moverte como si ya estuvieras en el estado deseado.

Por ejemplo: si tienes un trayecto andando, aunque sea corto, o te detienes en un semáforo, puedes crear la postura que tendrías si te sintieras segura de ti misma, con una autoestima alta, tranquila y proactiva al mismo tiempo.

Pregúntate: como estaría mi musculatura? Seguramente con tono pero sin tensión, y creas ese estado. Como seria la postura de tu pecho, tus hombros, tu mirada, la musculatura de tu cara,… y lo vas adaptando. Como seria tu ritmo de paso, enérgico pero con serenidad y aplomo? Y adaptas. Como respirarias? Como hablarías? Qué tono, velocidad? Qué palabras usarias?

Todo ello crea un estado inducido de seguridad, calma, atención y energia que tu mente deberá seguir por coherencia y automáticamente te sentirás así en pocos minutos. El poder de la postura es increible!

Decirte “no tengo miedo, va, voy a calmarme,…” es poco eficiente. Pero crear una postura de calma enérgica hace que tu mente deje de decirlo y pase a hacerlo. Pruébalo!

Normalmente, nos cuesta mantener la calma con nuestros hijos. ¿Qué nos recomiendas para conseguir mantenernos calmadas?

Mira, parte de las herramientas que compartiré en el webinar tratan de ponerte fácil mantener la calma, así nos ahorramos recuperarla porque ya no la hemos perdido. Y una de ellas trata de las expectativas que nos marcamos.

Puedes preguntarte: ¿qué estoy esperando que pase? O ¿qué quiero que pase y no está pasando? Y darte cuenta de que quizás estás esperando algo que no está en tu control y en cambio cedes tu estado emocional a ello. En ese caso se trata de bajar las expectativas.

Por ejemplo: si cada mañana esperas que tus hijos se levanten a la primera, que no les cueste arrancar, asearse, vestirse, desayunar, que todo vaya como quieres que vaya… será muy fácil que a la mínima desviación te enfades. Y el enfado te estará diciendo “no se están cumpliendo tus expectativas! No están haciendo lo que quieres que hagan! Y tu no tienes el control sobre lo que hacen o no, solo puedes influir en ello pero no determinarlo. Mientras esperes que todo vaya rodado el enfado hará su aparición cuando no sea así.

Tampoco es esperar que todo salga mal, porque estarías poniendo unas expectativas negativas.

Lo que te propongo es que las bajes diciéndote: quiero y haré lo necesario para salir a tiempo de casa pero es posible que surjan imprevistos y salga más tarde de lo que quisiera o que me falten cosas por hacer. Así, abriendo la mente a la posibilidad de que puede que no salga como te gustaría, tu mente se relaja porque ya lo está previniendo y harás lo mismo pero sin la tensión interna que hace que a la mínima saltes.

¿Nos puedes adelantar algunos de los trucos que compartirás con nosotras en el webinar del Club Cuídate?

Pues aparte de bajar las expectativas que tienes sobre los demás y tu vida también hablaremos a fondo del control.

Cuanto más necesitas controlar más miedo domina tu vida. No se trata de eliminar el miedo para vivir tranquila sinó de entrenar la confianza en ti y en la vida. Cuando confías en ti todo es más fácil, disfrutas los retos como oportunidades de crecimiento y eso multiplica tu autoestima y seguridad. Por eso ser consciente de lo que eres capaz de controlar y enfocarte en ello en lugar de preocuparte por todo lo que no controlas, te da las alas para vivir proactivamente, no reaccionando sinó respondiendo a los desafíos. Y eso comienza sabiendo como gestionar nuestra necesidad de control, de lo que hablaremos en el webinar. Y dentro de lo que si controlamos os contaré herramientas para ganar esa confianza en ti y en la vida.

Finalmente, ¿cuál crees que es el primer paso para empezar a entrenar la calma?

Proponértelo como un estilo de vida, como una forma de caminar y no como un destino.

Es responderte la pregunta de: ¿para qué quiero vivir con más calma? ¿Para qué quiero confiar en mi y en la vida? ¿Quién más se beneficiará de que yo consiga este estado de serenidad atenta?

Si tienes hijos ya sabes que les estás enseñando con tu ejemplo y si vives confiando en ti y afrontando los problemas del día a día gestionándolos, volviendo una y otra vez al equilibrio es eso lo que estarán aprendiendo.

Y sobretodo, un mundo donde cada uno se responsabilizase de su estado mental y emocional y caminara cada vez con más paz interior qué mundo crees que estaríamos creando?

El ser parte del cambio del mundo desde tu paz es uno de los “para qué” más grandes y satisfactorios que puedes tener. Y el enseñar a tus hijos que los problemas se superan y te hacen crecer, que las emociones no son malas sinó que nos hacen sentir vivos y que eres tu quien decide como vive la situación que tiene delante, es lo que hace de la vida un lugar más bonito.

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Si quieres disfrutar del webinar de Gloria y todas las cosas maravillosas que encuentras en el Club Cuídate puedes apuntarte aquí.